El pasado verano, mi hermano buscando con qué jugar... me hizo abrir un armario...
Allí encontró todos los adornos de Navidad. Sus ojillos se agrandaron y se fue con la bolsa hacia el salón.
Lo sacó todo y miró el rincón donde siempre ponemos un pequeño árbol. Se dio cuenta que no estaba.
Se fue a mi dormitorio y cogió un jarroncito con unas flores de plástico.
Lo colocó en la mesita donde ponemos el árbol de Navidad y lo miró. A continuación fue cogiendo adorno por adorno y lo fue colocando en el florero.
Original obra navideña de Miguel Ángel |
Tardó unos 15 minutos en hacerlo. Muy contento y concentrado, con minuciosidad medida, equilibrada y precisa.
Cuando terminó, suspiró y se volvió saliendo al pasillo en busca del siguiente juego.
Me quedé alucinada con la proeza. Mi hermano no solo era creativo sino que solucionaba los contratiempos... no había árbol de Navidad pues un florero bastaba... Un genio.
Que más da que fuera agosto... para él, cualquier momento es bueno para que sea Navidad.
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