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Vivencias acarameladas

Tras un post que me costó mucho escribir porque supuso una difícil asimilación y digestión de unos hechos tan traumáticos...me supo dejar mal dejaros con ese sin sabor de boca a quienes post tras post me siguen y me leen.
En un post anterior ( Diagnóstico temprano ) os comentaba que los chic@s con autismo también sonríen y son expresivos, cariños y son realmente muy francos con sus reacciones ante lo que les gusta o no les gusta, son trasparentes, no conocen la hipocresía ni la mala intención... 

Para muestra un botón... y es por ello que he recopilado algunas fotos de mi hermano Miguel Ángel en algunos momentos de su infancia, con la familia y con algunos amigos... simplemente quiero que veáis que son como nosotros, no son diferentes. Tienen su momentos de risas y llantos, de gula y ayuno, de sueño e insomnio, pero en general disfrutan de cada momento familiar al igual o más que todos nosotros... sin lugar a dudas, la familia es el tronco de su vida, de su existencia pero para eso necesitamos que tengan una educación acorde a sus propias necesidades para que no seamos algo necesario sino algo complementario al resto de las cosas que vivimos día a día. Deben aprender que no siempre estará mamá con ellos, pero habrá hermanos, educadores y amigos que ocuparan su día a día  en muchos momentos de su vida.

Es duro, pero tienen que aprenderlo y tenemos que aprenderlo. Nos enseñan que debemos tener el sentido de protección hacía los hijos para toda la vida pero el grado de protección también implica enseñarle a desenvolverse en la vida para cuando no estemos. Es por ello que se necesita ir introduciendo poco a poco a distintas personas en su vida y aprendan a ser felices igualmente, a que controlen su ansiedad cuando mamá no está a su lado y a dormir sin ese peluche especial que tiene en casa.

Este es mi pequeño homenaje a un niñito que fue un muñequito para todos, que fue acogido con mucha alegría, que tuvo una infancia feliz y que reía frecuentemente. 


Primeros años

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