En estas fechas tan entrañables donde la familia cobra el gran protagonismo, es cuando realmente vemos lo mejor que tenemos a nuestro lado. Una navidad, donde el charlar sin orden, ni cauce, mezclados con tapas y olerosos vinos es el mejor de los deleites y ahí está mi hermano, Miguel Ángel, que le encanta reunirse en una mesa grande, vestida de gala, mirando con sus ojillos todo lo que se mueve y tragando saliva cada vez que un plato de comida se pone en la mesa, repitiendo con su parco lenguaje todo los alimentos que reconoce, señalándolos como diciendo "de eso quiero yo".... Es un gran festín... es su mejor regalo. Todos pasamos una gran noche y él con nosotros también... es familiar, atento y alegre... no se le escapa una y esa noche duerme del tirón, sin apenas moverse de la postura en que se quedó dormido y con respiración relajada e uniforme. Sin duda, es el mejor día para él porque sabe que es su familia, las personas que más lo quieren y más lo entienden... ...
Miguel Ángel Guerrero: el motor de mi inspiración en este Blog. Descubriendo el sentido del trastorno del espectro del autismo desde la aceptación y consentimiento a través de mi experiencia personal.