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Mostrando entradas de agosto, 2013

Un misterio por resolver

C orría el año 1997, era otoño y un nuevo curso escolar en el Colegio de Educación Especial San Pelayo había comenzado su andadura. Miguel Ángel tenía de nuevo a Adela, su profe del año anterior. Era una mujer muy atenta con los niños, agradable y gran profesionalidad. Ella había conseguido que Miguel Ángel le ayudara a trasladar por el colegio a los niños en sillas de ruedas, cuando él nunca ha podido ver cerca una silla de ruedas o un cochecito de bebé. También había logrado que interviniera en una obra de teatro sin que llorara y pudo pintarle su carita utilizando sus propias manos a modo de pincel-caricia. Consiguió así mismo que distinguiera alimentos frescos como el tomate, el huevo, el pimiento o las partes de su cuerpo y cara. Adela había conectado muy bien con Miguel y él, por su parte, la adoraba. Un día, los jardineros encontraron en el patio del colegio una arqueta abierta, su tapa había sido desplazada, algo que era muy difícil de hacer puesto que era de hormigón y su

¿Aversiones?... ¡controladas!

T odos los chicos tienen aversiones a ciertos objetos y personas. Hay que distinguirlas de aquellos miedos que provocan pánico, impidiendo la continuación de vida diaria y como resultado aparece un trastorno en la conducta. Como pueden ser vértigos, pánico a las aglomeraciones de gente, al contacto físico, a camillas sanitarias, etc... Las aversiones son repulsión, repugnancia, hostilidad, resentimiento hacia personas o cosas. Teniendo en cuenta esto, Miguel Ángel tiene varias aversiones muy claras desde pequeño: a las sillas de ruedas o carritos de bebé, a los ruidos estridentes, a las gafas y al pelo rubío platino largo. Ante las aversiones de nuestros chic@s debemos comprender y organizar su mundo para que éstas vayan poco a poco desapareciendo. Quizás con la suficiente antelación y orden se puede prevenir la aparición de muchas de ellas. Lo importante es no angustiarnos porque todo lo que sintamos, ellos lo captarán y se contagiarán, por ello es necesario guardar la calm

Dolor de una madre

N o quisiera que este post fuera mal interpretado porque el dolor es muy personal y da igual que sea de una madre o de un padre. Tampoco pretendo insinuar qué hay que hacer pues las situaciones vividas por cada persona son únicas y por tanto, lo que aquí se relata es una solución a un caso concreto. Con "Dolor de madre" tan solo quisiera manifestar la preocupación, el sin vivir que tiene una madre en concreto: la mía. No hace falta decir que todas las madres y padres se vuelcan con sus hijos, sean con síndrome de down, con autismo o con cualquier otra discapacidad. Cada uno realiza su rol como mejor puede y sin lugar a dudas, el amor es el gran protagonista. Sin embargo, el amor está íntimamente ligado al sentimiento de protección y este exceso interés en proporcionar protección, es lo que lleva a muchos padres a tener una preocupación inmensa sobre lo que le deparará el futuro a sus hijos. Muchos disponen con antelación quiénes quieren que sea el tutor de sus hi